Hábitos

La parte cool y la no tan chida del Home Office


Lo bueno y lo malo del Home Office… en mi experiencia,  creo que ganó la parte no tan cool 🙁

Seguramente muchas veces han deseado que la empresa para la que trabajan les permita hacer home office cuando lo único que se necesita es una computadora y una conexión a internet para realizar las tareas correspondientes.

 

Lo bueno y lo malo del home office

 

Sí, suena fascinante trabajar desde casa y muchas veces quisiéramos que por lo menos un día a la semana nos lo permitieran hacer desde la comodidad de nuestro hogar. Sin embargo, déjame contarte que el Home Office puede no ser tan maravilloso como uno piensa. O al menos, así fue como a mí me sucedió.

Debido a una incapacidad que tuve por una operación que requería de seis semanas de reposos y recuperación, me dieron chance de trabajar desde casa. Y claro que tiene muchas ventajas, pero también muchos detalles no tan padres los cuales te contaré a continuación.

Te presento (a mi punto de vista) lo bueno y lo malo del Home Office:

Los beneficios del Home Office

Desplazamiento
Definitivamente éste se lleva el primer lugar de lo cool de trabajar en casa, ya que te evitas todo lo que conlleva trasladarte en tu coche o en transporte público hacia la oficina: tráfico, calor, dinero, tiempo (sí, ésta última es la mejor parte: te ahorras muuucho tiempo).

Comodidad
Si el equipo de trabajo que tienes en tu casa es portátil como una laptop o MacBook, estarás en la gloria, pues podrás acostarte, sentarte, cambiar del desayunador a la sala y poner tu música al volumen que quieras o prender la tele en el canal que gustes aunque sea sólo para que haya ruido… La idea es ponerte cómodo para concentrate mejor y que trabajes más a gusto y feliz.

Comida
Si vives con tu familia y es muy consentidora no tendrás que preocuparte por lo que vas a comer. En mi caso, como estaba convaleciente y no debía caminar, mi mamá me ayudó bastante y hasta me llevaba la comida a donde yo estuviera trabajando. Ahora, si estás sol@ no importa que no tengas comida preparada, una pizza siempre será buena opción y como estás en tu casa podrás ir cuantas veces quieras a la cocina por unas papas o lo que sea que se te antoje. Además también tendrás un ahorro monetario significativo.

Compañía
Ya sea que estés con tu familia o que un amigo te visite, aunque no le hagas mucho caso, es bonito saber que estás rodead@ de gente que te agrada al 100%.

*Quiero aclarar que todo lo anterior se disfruta si tienes home office porque tus jefes son “buena onda” y no por alguna incapacidad temporal (como la mía). En mi situación, yo no pude disfrutar mucho de estos pros porque no debía caminar para nada hasta después de las 6 semanas de reposo, así que no tenía la “facilidad” de ponerme tan cómoda como me hubiera gustado y si aparte le sumamos los contras que les contaré a continuación… créanme entonces que mi experiencia trabajando en casa no estuvo para nada padre.

La parte negativa de trabajar desde casa es que…

Por alguna razón los jefes (o algunos de ellos) piensan que estar en tu casa significa que vas a distraerte y que vas a hacer de todo menos trabajar, por lo tanto esto les hace creer que no hay motivos para que te despegues de la computadora y entonces debes estar ahí sí o sí. Y es por eso que también les da por escribirte a cada rato para preguntarte cualquier cosa o pedirte algo “urgente” durante todo el día. Lo cual, creo que es su manera de supervisar que estés cumpliendo.

¿Qué es lo no tan chido que pasa cuando haces Home Office (que yo noté)?

No hay ninguna razón para que llegues tarde. Como trabajas desde casa y no tienes que desplazarte, es obvio (para los jefes) que debes ser súper puntual.

Creo que así es como algunos jefes lo ven: como estás en tu casita y no te enfrentas a las horas pico de la ciudad en la mañana ni en la salida, entonces suponen que puedes quedarte más tiempo, que puedes hacer más “últimos favores” y apoyar con otras tareas porque estás en la comodidad de tu casa y entonces “no hay problema” porque pareciera que el tiempo que no estás sufriendo atrapadx en el tráfico lo debes de “compensar” con más y otras actividades.

Es un hecho que nuestro dulce hogar siempre será el lugar más cómodo del mundo. Pero esta comodidad no se disfruta tanto cuando tu jefe se vuelve más demandante al marcarte a cada rato al celular, al mandarte mails cada 5 minutos que debes responder al instante o al escribirte en el chat del trabajo donde también debes de responder como relámpago. Y es aquí donde piensas más de 3 veces si despegarte de la computadora para ir por algo de comer o hasta para ir al baño será una buena idea. Yo en verdad me pregunté: “¿Acaso piensan que voy a tener mi Mac en las piernas mientras estoy en el escusado?”.

Home Office para mí fue: comer junto a mi computadora aunque supuestamente mi horario de comida sería respetado. Sí, aunque tengas tu cocina disponible para prepararte algo rico y tu sala y pantalla para comer más cómodx mientras ves una peli (porque la hora de comida es para comer y relajarte), esto tal vez no llegue a suceder, o por lo menos conmigo no pasó. A pesar de que tenía dos horas de comida, no podía tomar ese tiempo, ya que si quería terminar lo que me pedían para la hora que me indicaban y si no quería quedarme un par de horas o más después de mi hora de “salida” (porque como ya les conté, salen más tareas de lo habitual), era imposible darme ese lujito.

Esto me quedó claro: Los jefes creen que “no tienes que ir al baño” y que “no comes” cuando trabajas desde casa.

En fin, estos son mis puntos de vista de acuerdo a mi experiencia, no quiere decir que trabajar desde casa es o será así para todos. Seguramente hay -y espero que sean más- quienes no se sintieron identificados porque han podido disfrutar de un buen Home Office y tiene unos jefes súper lindos y empáticos.

Espero poder cambiar de opinión en mi próximo home office.

¡Muuuas! Andy Romej.

Coméntame en mis redes sociales:

Andy Romej

Escritora, entrevistadora, soñadora... todo lo que me gusta lo llevo a la web.
¡Bienvenid@!

Te gustará...